Una larga espiral encadenada
a no salir de su morada
juega a la peonza sin posible fuga.
Aunque salgan los bucles de dudas a codazos
aunque se rompan los contornos de su esfera
como se rompe la fe adentro
cuando se busca y no se encuentra,
cuando la vida te encierra en su moneda
atado de manos, falto de zinc y cobre.
Aunque no vivas en su burbuja,
no saldrás de su callejón precintado.
Esto es, pues, tan sólo un grito huido
que se sabe ahogado
en el paredón de las pompas de jabón estrelladas.
Precioso. Todos andamos prisioneros en el espiral de vida, como lo dibujas con bellas palabras encadenadas." Aunque no vivas en su burbuja,no saldrás de su callejón precintado."
ResponderEliminarTengo que ausentarme del ordenador por una tendinitis de obligado reposo. Pero no quería apagar son decirte hasta pronto.
Unos 10-15 días serán suficientes, pues ando con fisios y rehabilitación.
Bss y que tengas una linda semana
Muchas gracias, Katy. Ante todo, cuídate esos tendones, la salud es lo primero.
ResponderEliminarLa burbuja en la que, algunos dicen, nos metimos voluntariamente, o nuestro entorno más bien nos incluyó. Nos encerraron en la moneda, qué más da se llame euro, yuan o dólar, perros de un mismo collar. Prisionera, palabra muy acertada, en su espiral, en cuarentena involuntaria, sin empleo.
Besos, Katy.
Gracias, Begoña, por tus palabras, y por estos hermosos poemas, tan bellos como profundos.
ResponderEliminarUn abrazo desde Madrid.
Buenas tardes, Antonio.
ResponderEliminarEl placer es mío por tu paso por esta casa y por dejarnos compartir tus poemarios en el mundo digital 2.0. Para mí es mágico que un poeta de profesión que tanto da en sus escritos llenos de sabiduría, humanidad y pensamientos profundos, deje su huella en ésta, tu casa y la de todos. Un ejemplo a seguir, sin duda. Es un gesto maravilloso para mí.
Un abrazo.