sábado, 20 de noviembre de 2010

Epitafio de mis huesos




Prepárame un lugar privilegiado,
allí, en el pico de la montaña,
descontaminado y fresco, rocoso
sin vegetación ni insectos,
donde proliferar más roca
con mis miembros deshuesados.
Así si por casualidad mi espíritu sobrevuela,
su horizonte será pausado,
tranquilo, puro y sereno,
 sin sobresaltos.