“He venido para escribirnos”, le dijo en su mundo de burbujas.
a autopsiarte mientras desgrano tus vas y vienes en mis manos.
“el tiempo me dicta en los brazos asaltos de luz y oscuridad “
dijo su correa atada a su muñeca fija.
Guarda en su esfera el secreto del dolor,
nunca marcó en sus clavijas que los 360
eran pasajes de un día más ganado a la Oscura.
Cierras tu fuente en alguno de mis parajes
y brotas de pronto cuando yo nadie te espera.
Improvisado, te escribo a trompicones
en la hora en que tus dos remos resucitan la palabra.
Aunque la Justa siempre gane la partida con jaque mate,
he venido para escribirnos una partida acabada en tablas
allí donde el amor reside fuera del alcance del reloj.