jueves, 19 de julio de 2012

Perfume de esencia derramada por arte de nada.




(grabación de voz)


Un perfume derramado en el mueble 
abierto por arte de Egipcios
forma un lago rojizo sobre el barniz;
resbala y no cala, resbala y crece
y me atrapa con su piel de musgo.
El cuerpo es piel de alga,
algas que día a día pierden verde 
y ganan marrón.
Piel de alga y carne escamas 
exento de suavidad;
algas añejas, se escurre el verdor
por cada gota de amor perdido.
Allí perdí  la batalla años a, 
y aquí no sé bucear para evitar tu tizne profundo.
El diario sigue su ritmo de bicicleta sin pedales
a rumbo de inercia, empujado por los quehaceres,
facturas y obligaciones.
Anestesia. De bicicleta, nariz y algas
tus efluvios por la estancia, se adentran, 
y la conciencia en tus vapores se pierde.
El comedor apesta a Opium.