Páginas
Etiquetas
jaspeando las grietas
(145)
interior
(85)
diálogos interiores
(73)
conciencia
(70)
Pasiones
(62)
blog
(62)
dolamor
(58)
Nuevos horizontes
(55)
amor
(54)
floramor
(51)
pálpito pleno mordaz
(49)
Meditaciones mortuorias
(46)
burlando el futuro
(41)
cotorreando
(36)
Cuentos narrativos
(32)
futuro
(32)
Naturamor
(31)
SauceLloron
(31)
Sueños
(23)
recuerdos
(23)
contemplaciones sobre el tiempo
(22)
haiku
(22)
observación
(22)
diálogos
(21)
dolor
(21)
amor por amor
(20)
paseos espectrales
(20)
nuevo alféizar 2014
(18)
pensamientos narrativos
(18)
Ideas
(17)
amistad
(17)
burlando la enfermedad
(17)
caída del puente
(17)
breves
(16)
deseos
(14)
crónica de una muerte anunciada
(13)
maramor
(12)
escena interior
(11)
incatalogable
(10)
Soliloquios cotidianos
(8)
presentimiento
(8)
contemplación
(7)
cambios
(6)
descubrimientos
(6)
gamarataga
(6)
de madrugada
(5)
gracias
(5)
galimatías
(3)
picamor
(2)
Lorena
(1)
caligrafia con tinta china
(1)
fantasia absurda
(1)
primavera
(1)
varios
(1)
domingo, 19 de septiembre de 2010
Nos vimos y no nos cruzamos aparentemente
No me viste, yo te he visto
esta tarde,
a espaldas ajenas y de espaldas,
aún lo hace más intrigante y esquivo,
salvaje y discreto, sin cruzar mensajes
sin tocarnos bajo el mismo foco.
Viéndote, viéndome, viéndonos y mirándonos,
desnudando puertos, derrivando anclajes, desmontando cercos,
atravesando fronteras, cruzando puentes, tirando puertas,
y todo sólo por tocarte con la mirada a oscuras,
sin tocarnos, debajo
del mismo foco.
Llagas
Una mirada interior, basta
para observar sus llagas
sangrar
a fuerza de trazos
en imagen;
de imágenes
empuñadas por la mano
y su pulso de ego.
Palabras, sólo palabras
intentos limados
de perforar su contorno
en la inexistencia
del corazón postrado
que contempla
en el silencio de las sombras.
Quizá sea mejor
beber
de las heridas
y dejar
que la sangre se deslice
y se pierda en los extremos
sin dejar
empaparse las manos.
Es hora de quitarse los clavos.
Tulipanes amarillos
Aquella segunda noche, Péidé
me preguntaste
los trazos de mi nombre.
Y yo, frente al cielo de tu iris,
temblé.
El tiempo, por unas horas,
acunado en tulipanes amarillos
durmió embriagado de pijiu.
No hicieron falta versos en tus labios
ni manos en teclados
para regar de poesía los zoulu
que dejamos a un lado :
Los ideogramas lo hicieron por nosotros.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)