viernes, 12 de septiembre de 2014

Jaqueca


A veces, 
se me cruzan trozos de memoria
recuerdos de agua y colores,
un salto de semáforo 

que cruza tu espacio

y arriba a tu silencio.
Y entonces valoro abrir los ojos
sin estrellas enredándome las sienes
con la mente fiel a la cordura 
en continuas cavilaciones 

y el deseo de un café con azúcar 

pellizcado entre mis labios;
o tal vez no.

También celebro 

el momento de momentos 

que no veré en mi horizonte 
pero serán por ti vividos 
y todos esos otros que hoy compartimos 
que no disfrutaremos juntas.
No lo niego, me hubiese gustado 
haber sido más que un grito 

rebotando en mis oídos,
aunque a veces, algunas veces, 
sólo hay lugar para  la ausencia de sonido
y el logro de tener la cabeza despejada.