jueves, 25 de octubre de 2012

Cuando el amor ama, lo demás no importa







Has visto en esta calle muchos paseos

has sufrido lo que es volcar tu licor en la copa

y también has visto cómo vuelcan

otras copas sin freno.


Es amargo el cáliz del ego

el deseo frustrado de un labio partido 

que no es miel del deseo de su boca.


El maldito deseo 

doblegado ante nuestra euforia

tan soberbia como ególatra.


Tiembla el amor vertido en otro amor

que no amaga su feliz dueño y lo copa

en su lengua compartida de dos.

Déjales beber, no has de servirte

el poso de rencor que irá después.


Así, he comprendido que amar

no es servir mi ego en tu copa

ni llenar tu copa de veneno.


Ahora, de nuevo, repítete a ti misma:

has visto a su perro amordazado

para que no la muerda, 

¿y qué? a ti qué te importa?