lunes, 10 de octubre de 2011

Torrente interior.





Locura de emociones disparadas, 
invasoras de mi cordura,
abrigadas bajo mi piel.
Pasión de sed perpetua
que transita las hendiduras
ocultas a la evidencia.

Dentro, la sangre circula 
y se retuerce.
La piedra abre sus costuras
y se vierte.
El amor,por sus vertientes infinitas,
adolece de freno.