Pasaron las lecturas de lo auténtico
a la gloria perdida de la historia.
Los cristales tintados de admiración
convertidos en gafas de sol
para las noches calmadas de sueño
no se miran en tus bosquejos
ni sienten la voz de las alondras
que nacen de tu oído.
Parado al paso de los cinco dobles
y un nueve perpetuo de junio
la ave de dedos desplumados
no contempla el aleteo de tus marcadores
alrededor de tu círculo
cercado bajo el péndulo de tu esfera.
Los cristales tintados de admiración
convertidos en gafas de sol
para las noches calmadas de sueño
no se miran en tus bosquejos
ni sienten la voz de las alondras
que nacen de tu oído.
Parado al paso de los cinco dobles
y un nueve perpetuo de junio
la ave de dedos desplumados
no contempla el aleteo de tus marcadores
alrededor de tu círculo
cercado bajo el péndulo de tu esfera.