Bajo la media luna del día,
ultimamos nuestro nido de amor
para el 2011.
Nuestro tronco preserva nuestros secretos
inconfesables y ocultos a todos,
salvo a nosotros.
Hoy realizamos los últimos retoques
para convertir nuestro palacio en habitable;
como hormigas , nuestro trabajo
consiste en atesorar víveres
y carantoñas frente al candor de ramas secas
que amortigüen nuestras idas y venidas.
Y allí, en nuestra palmera del parque
decidimos hibernar protegidos
con el calor de tu cuerpo y el mío,
hasta la florida primavera.