martes, 14 de septiembre de 2010

Minúsculo manantial que arrulle tu sed

Habrá que fabricar un cántaro que contenga la cascada en su plenitud,
que conserve el helor y las sutilezas del manantial para tí,
pues tanta belleza necesita regar con mucha frecuencia
esos labios tan sabios y gruesos espejos de lo que guardan dentro.


Hoy lo he soñado, es cierto

Me levanté con nuestro encuentro entre mis manos: desperté con el hueco entre mis sueños encontrado; sin embargo, me quedó la suavidad del olor eterno que compartimos en silencio abrazados,y esa ternura que día a día crece y se hace más prolongada y testaruda.




Echo de menos verte con los oídos, sentirte con la vista, mirarte con el tacto, hablarte con el cuerpo, escribirte con los sentidos, expresarme con mis dedos y susurrarte que eres un sueño compartido y secreto.

 Echo de menos tu voz, tu aliento, tu ser, tu estar entre todos y nadie, tus sueños, tus manos, tu risa, tu pensamiento, tu condición, tu duda, tú y sólo tú que hoy no estás, ahora....


Árbol ausente

En la ausencia del árbol, presente,
ese que habitan las cotorras con su jolgorio diario,
así te espero, frente a mi puesto,
desde mi atalaya lo atisbo y vigilo
para que no se vaya con otra.

Hablo del árbol que celo de noche,
de día eres tú el guardián que lo protege.