miércoles, 6 de abril de 2011

En el camino, tu arco iris


Porque una noche del tres dos vueltas atrás, salí con el verde en la mano, un sendero de gran recorrido a estrenar y un amarillo brillante que amar.

Al transcurrir de estaciones, el amarillo mutó a marrón salpicado por un rojo sangre; cayeron los frutos junto a las hojas de los árboles, anunciando un otoño ocre. El verde se fundió en un blanco mate que a veces mutaba a gris ceniza; más mis labios esparcieron los rescoldos abrumada por el fuego.

Un día, una carta arco iris vestida de melodía llegó a mis manos recordándome que había iniciado un viaje y debía continuar, ligera de equipaje, hasta encontrar las flores de mis anhelos.

Hoy, un extenso grupo de margaritas besan las venas del sauce, inyectándole sueños de amor en su torrente sanguíneo.



Foto: Begoña Gamonal