Un pasillo, muchas puertas,
algunos bancos vacíos
una persona desorientada
se tropieza con ellos
se tropieza con ellos
sin mediar palabra de por medio.
Tantos espectadores
y ninguno reacciona,
tantas manos
que sólo saben mirar indiferentes
mientras unimos nuestras manos rotas.
mientras unimos nuestras manos rotas.