martes, 29 de diciembre de 2015

Té virtual




Un mismo texto contemplado 

desde un solo ángulo de miras alternas:

el ego reviste los cantos limados 

casi perfectos

hasta llegar a su línea ansiada

al ver su objetivo coloreado de espera:

su vida en la especie,

el deseo extasiado de distancia 

a un milímetro de piel

durante poco menos de un mes

sobre un ojo de miradas internautas.

Así tuvo que ser, y fue.


Un fin de año, un paraíso a prometer,

pasó, y el siguiente también,

como todo pasa y se queda.


Esa historia hoy no existe,

ni toda su estela en la mía.