A pesar de los hándicaps del ting bu dong,
lo auténtico prevalece
al margen de las agujas del reloj.
El círculo nunca fue
santo de mi devoción.
A pesar de los hándicaps del ting bu dong,
lo auténtico prevalece
al margen de las agujas del reloj.
El círculo nunca fue
santo de mi devoción.