Existen emociones que viven detrás de nosotros ,
respiran como una planta
enraizada sin tiempo ni espacio en el sentimiento
mientras crecen sin pronunciarse,
teñidas de canas.
Uno cree que ya no existen
hasta que vuelven a reverberar en nuestros sentidos
al más mínimo soplo de memoria
libre y salvaje.
Cuando me acuerdo de ti.