Este 2013 me ha dado una gran lección, más allá del azar y lejos de los milagros pasivos: la única posibilidad de lograr un propósito es seguir sembrando y cosechando nuestro esfuerzo por conseguirlo, como si la falta de posibilidades no existiesen. No siempre funciona, pero si lo consigo, sé que es sólo fruto de la causalidad.
Gracias a todos los que hemos compartido este 2013,
y Feliz 2014 para tod@s.