Una tras otra, tus patitas
pueden ser visibles tan sólo en polvo
que el aire esparce sobre nos,
como las miguitas que dejan
los pájaros a sus polluelos
para no desviarse del camino.
Del mismo modo,
van saliendo las ideas del tronco
como hojas que acunan las margaritas del sauce,
y no sé si será el sí o será el no
cuando se trata de tu irse o quedarse
entre las ramas de mi amor
de esta sofocante primavera de sol.
Una sospecha intuitiva. Quédate.
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Foto: Begoña Gamonal |