Un año más, más tiempo a cuestas,
y este maldito cuerpo
cuyas manos se rebelan
y no revelan tus huellas ni a mis secretos.
Temen perderte, temen por miedo
a no encontrarte en su buhardilla,
a no existir en tu silencio.
Quisiera saber qué mensaje
me trajiste la otra noche
con eso de regresan y flotan
cuando no puedo salvarlas...
quizá eras tú, la sinrazón de mí, palabra,
que al aparecerme te recuerdo,
y al recordarte me desvaneces, marchita...
Ánima nocturna de mensajes despistados,
vienes y te marchas sin dejarme las señas,
musa que visitas mi morada y me despiertas
para irte entre mis ojos entornados.
y todo, sólo para cultivar mis desvaríos
en los versos digitales
de una flor de palabras.
Un ramillete de besos contenidos
que sólo se deshojan
en tu mirada.