domingo, 16 de septiembre de 2012

Made in el Tio Harris





La puerta de su casa abierta
y una buena bañera de agua 
fresquita a su orilla.
En multitud de pizarras negras,
un urinario público 
de taberna a los cuatro vientos.

Sus gatos puestos de Valentino 
acicalan
su pelaje lustroso de altura;
alguno se colará en su cazuela
cuando la montaña 
anuncie a su amigo el lobo
y la puerta se cierre 
por temporada de nieve.

Versace le presta al alcalde 
sus trapitos
bendecidos por whisky bendito 
y cigarrillos de hierba.
La moda rompe sus costuras
rasga sus vestiduras
bajo un libre "Made in 
el Tio Harris".