jueves, 25 de noviembre de 2010

Al ratón y al gato


Jugamos a la ratona y al gato: él, traidor por naturaleza, realiza sus rondas nocturnas ronroneando a placer por sus tejados, se pavonea ante las damas no conquistadas mientras vigila aparentemente indiferente las que son víctimas de sus encantos; ella, ratona astuta y pequeña, le provoca contoneándose con su lazo rosado poniéndose a tiro de su mirada esperando que dispare sus garras hacia ella en el momento en que otra gata anda celándolo; ilusos, ninguno de los dos prueba bocado. Por ahí les ven todas las noches soñando en acariciarse sin tan siquiera rozarse.