lunes, 23 de septiembre de 2013

Un año más de Otoño




Aún no ha caído la primera hoja sino más bien brillan las flores de estío sobre las sombras del sol, y sin embargo, la piel de otoño cubre poco a poco esa muda elemental de pellejos requemados de salitre corporal, musgo marítimo o campero; o son mis ganas, estas ganas algo deshojadas que ya han llegado sin aviso, con disimulo, haciendo ver que aún es tiempo de estirarse a la sombra de la noche, de bañarse a plenas llamas tiritando de placer con el roce helado del agua del mar embravecido, de tomarse una cerveza contemplando el silencio de la naturaleza tras exprimirse una nube en la copa de las vacaciones, preludio de tu pronta llegada a mi reloj. La cigarra se recoge entre  las hojas cerca de nidos de hormigas.
Atrás flotan las diez de la noche a plena luz yermas y oscurecidas antes de las nueve. Como cada año, por estas fechas, un año más que se vuelca encima de estas aguas a la vuelta de dos días.