Lo que es, ahora

Quimeras de presente abanderan mi continuo pensamiento.
No me miento, lucho y lucharé por todas,
sea como fuere,ahora que en mí estás de frente
sin presionar de cerca, sin estar lejos.
Nuestro pacto no escrito,nuestro secreto consciente:
vivir como se es y se siente, ahora, mañana, en unas horas.

Vuelo con escalas: respuesta

Volando no se anda,
las alas son remos, un refuerzo que nos ayuda a nadar por tierra;
qué más da si en el trayecto hay o no hay escalas,
lo importante es disfrutar mientras se anda, y, por supuesto,
 llegar a puerto, no importa el cómo ni cuándo.

Cuanto más dure, mejor, toda la vida.....
que dure toda la vida el vuelo, en diferentes grados:-).
Sin huidas anticipadas y aceptando ausencias,
 retrocesos imprevistos o forzosamente planificados
por la vorágine del compromiso.

Breve definición de la vida: el interior es infinito
y decide a quién acompaña.

Sin llaves

No hay más que decir cuando se flota,
no importa qué llaves llevan a la nada,
salvo que todos son lugares de todos
y no hay puertas que abrir, porque no existen.


En el universo no hay puertas, sólo llaves del devenir, del existir.
Que se lo pregunten a Stephen Hawkings, que lo acaba de descubrir.
Qué importa que él o tú o alguien cierre la puerta que no tiene,
si no hay puerta que cerrar o que abrir, sólo la vida que nos detiene
algunas veces, otras nos deja ir y venir.


No se trata de saltarnos las alambradas,
se trata de no ver cómo las obviamos.

sin llaves...

Pasión y delirios

Has aguantado mis delirios estoico y sereno
aullidos, latidos, pesares y un sin fin de banalidades
de escaso atractivo, una sostenida verborrea
de rumbo incontenido, de sentido solitario compartido,
íntimo amigo de secretos liberados.

Me guardo para nosotros lo que no digo...
 
 

Cotorras

Paraíso de cotorras

Las cotorras, avezadas a saltar de copa en copa
las palmeras de nuestro parque, aletean agitadas con un griterío
exultante y divertido.




Fue el otro día desde que atisbo lo cotidiano,
que me detengo y me deleito en observar tanta belleza
que nos da la naturaleza en vivo,
incluso en las ciudades que habitamos; los visitamos,
nos sentamos en sus bancos sin darnos cuenta
de la vida que los rodea y nos rodea.

Cotorra en rama

Muchas veces las miro saltar desde sus nidos,
haciendo tanto estruendo que me alegran los sentidos
y de tí me acuerdo:
te veo convertido en cotorra, ágil, bonita y vigorosa
que se acerca para cantarme una nana al oído;
en nuestro parque, yo también soy cotorra
que te susurra "ven y cántame mi niño".

Cotorra en nido