"Dice Confucio:
Un agravio sólo importa si sigues recordándolo".
Más allá
de tu último crash
de la mano de lucisan,
más mártir de los despiadados
que de los desamparados
que no tuvimos vista
salvo para tus ojos.
Más allá
de este último agravio,
estamos todos nosotros:
tus padres, tu hija,
tus hermanas y hermanos,
tu nieta, tus cuñadas y cuñados,
tu hijo cuya mano es mi mano.
Y todos nuestros parientes
Apóstoles
de la única y verdadera fe
que conozco:
el Amor.
A mi madre.
1 de Febrero del 2017