domingo, 23 de marzo de 2014

En tu regazo escribo




Aún te busco para acceder a tu cauce más me desvío una vez descubro  cuán equivocado es el trazo que me lleva a tu encuentro. No es tu tono congruente ni tu combinación de palabras un cúmulo de frases coherentes de voz firme y serena. Sin embargo, vengo a buscarte cuando ella no me mira para que no sepa cuánto la echo de menos. Como frase cogida a un puente colgante en el océano, me sostengo por un pulso que me lleva por tu pasarela a seguir haciendo equilibrios cuando tu realidad me tambalea. Así hablo con ella como un retoño sobre el regazo de su madre.