lunes, 7 de marzo de 2011

Acompáñame

Acompáñam​e

porque la mano de dos no es única,

dame la mano y ven.

Con dos manos podemos saciar la sed

cuando no hay vaso.

Por eso no te pido que siempre

estés a mi lado, pero ven,

y estate conmigo

hasta que sólo queden de mí

unas manos de hiedra marchitas.


Acompañados- Foto: Begoña G.