En cada palmo de cableado,
en saltos a golpe de ventana,
en paisajes montados en miradas
que circulan sobre los raíles,
quedan atrás nuestros avances.
Un hueco en los sueños
recogió los preliminares
y los acopló en las vías.
Por ellos rodamos a peso muerto.
Sorteamos el tiempo
sentados en el nuevo instante
que alienta el incierto trayecto.
Y ahora el Ave amor
realiza una parada sentimiento.
Voy sin guías en un tren de agua.