La mente se refugia
en este corazón
acelerado a mil por hora;
las horas se eternizan
entre el astío y el sueño.
El pitido no descansa,
la tormenta va por dentro.
Sentimiento
adherido a mí
que me desborda y me droga.
Quiero descansar en ti
abrazada
para recuperar fuerzas
y dormir.
