Resulta algo extraño. Como bregar dentro de un flujo de supuestos y no ser capaz de sacar una bocanada de certeza.
A veces responde con cierta complicidad y desparpajo, otras se recoge en el silencio y uno espera y espera sin que nada suceda, sin motivo aparente. La falta de réplica.
Mi pensamiento vacila imprevisible como un cúmulo de sentimientos cruzados rumiando motivos, deglutiendo excusas que excusen lo esperado y no acaecido, expulsando la inverosimilitud de sí .
Impasible, me exaspera los circuitos alterados por la falta de interacción. Actos alojados en el amparo de la carencia de hechos para ser encasillado. La ausencia de pacto le lleva al efecto contrario al buscado.
En su ambiente, otros hablan por él de sí. Descanso, el silencio habla a gritos por la boca de su capricho.
Estoy fuera, me he conectado un momento en hotel y he visto e-mail. Gracias por el detalle.
ResponderEliminarYa se sabe que sobre el silencio hay muchas versiones. Entre otras que "El que calla otorga"
otras huye antes de enfrentar la realidad, es muy elocuente a veces. Me trae recuerdos de ciertos comportamientos cercanos...
Muy real y viva descripción de las debilidades humanas.
Bss
espero que te lo estés pasando bien, Katy. Te puse en preferencias como reenvío de cada nueva publicación a tu correo.
ResponderEliminarLa reacción del silencio, el que no se pronuncia. Sí, esa es una versión, siempre existen excusas, infinitas. Lo que sí es cierto es que, quien habla se equivoca, quien actúa también, pero quien calla difícilmente puede ser prejuzgado. O sí.
Y en el silencio, nuestro silencio se manifiesta dialogando con nosotros, en silencio frente a los demás, en nuestra mente.
En ocasiones, uno calla pero otros hablan por nosotros, no sólo con palabras, hasta por los codos, a gritos:-). Cosas de la vida.
Tiene dos voces: la mirada al ajeno y la propia interior. Las reacciones son muy difíciles de desglosar.
Besos.