Se disipan entre aspavientos
con un gesto que desea alcanzarte.
Tú, al otro lado del cable,
no pretendes darte por aludido.
Disparadas,
las palabras mueren por la luz
infringiendo la orden de alejamiento.
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Y nos alcanzan, me alcanzan aunque a veces no intuyo su significado porque brillan con luz propia. Unas llegan antes, ligeras otras después y aunque muera su estela, permanecen para siempre recordándonos lo que fueron, lo que significaron y lo que intentaron expresar...
ResponderEliminar¿Orden de alejamiento? Algunas son hirientes tal vez para alguien en concreto, pero la posía nunca es hiriente porque invita y sugiere.
Bss
P.D. Me voy unos días fuera es la razón por las que no apareceré en unos días:-)
Buenos días, Katy! Peleándome con las plantillas blogger...ahora resulta que me coge la imagen y me la pone en tamaño ridículo de fondo, con lo cual repite la foto n veces, y no tengo ni pajotera de html. En fin....
ResponderEliminarIba a ponerlo todo seguido como cuento breve. Es curioso, al separarlo, se lee de forma más pausado. Creo que ofrece mejor imagen si pongo todas las frases juntas.
Palabras que viajan y no vuelven, palabras que se estrellan al llegar al otro lado en el muro de la indiferencia, palabras que no se quedan y salen disparadas. En ocasiones, palabras de la ira contenida que estalla y se manifiesta sin siquiera tocar. Porque la palabra es materia que sólo puede tocar lo que no se ve, y se salta las normas y barreras del control.
A veces es mejor que no lleguen donde pretenden y mueran por el camino. Lo importante es que uno sólo muera con ellas un instante, con alcance efímero.
Pásatelo bien y disfruta, que la llegada a destino nos espera de un momento a otro, y antes de apearse el viaje hay que disfrutarlo con los medios disponibles.
Besos.