No sé cuándo me ahogaré;
no es cuestión de medir las brazadas que me quedan,
sino de no callar en mis adentros las que siento.
Por eso, mis manos hablan a labios cosidos
aunque éstos no se abran.
 |
| Begoña Gamonal |
Sin embargo, sé que también existen
labios hambrientos de mar
y sirenas que habitan en ellos;
habrá que dejarse
olear por el viraje del viento.
 |
| Begoña Gamonal |
Me acabo de "enchufar" y veo que cada vez publicas cosas más serias y hondas. No se puede decir más con menos palabras. Espero que te queden muchas brazadas que ofrecer y como dices "hay que dejarse olear por el viraje del viento".
ResponderEliminarRespira hondo.
Un beso y buenas noches
Katy, sin duda tus ánimos infunden en mis adentros un olear, un chorro de aire que eleva mi globo interior, mis ansias de retar la palabra y acoplarla a mis emociones a través de la naturaleza que nos envuelve; y un aliento continuo para seguir nadando, si es necesario, a contracorriente.
ResponderEliminarNo creas que ando inspirada, más bien siento un cierto desánimo, no estoy en mi fase más creativa o, como dirían en lenguaje poético, más prolífica:D.
No tengo más palabras que ofrecerte una enorme sonrisa , y compartir unos cuantos virajes desde este velero que surca el mar de las emociones:-).
Un beso fuerte.
Querida Begoña, me encanta tu poesía, siempre logras calar hondo y que nazca un sentimiento ( o lo haces yacer, cosa muy complicada y hermosa). Creo que verdaderamente en tus palabras se encuentra un algo,y aún sin saber lo que esconde dicho algo, nos impulsa a seguir leyéndote.
ResponderEliminarTe comentaré cuando pueda, pero has de saber que te leo y como yo muchos.
Gracias por tus palabras, porque son realmente hermosas :)
cuidate
Buenas noches, Emperatriz. Gusta saberse leído, para qué engañarse.
ResponderEliminarEs como darse un baño en una playa solitaria, tranquila, con el ruido del mar, acompañado por la luz del día o la oscuridad de la noche, el sol o la luna, las nubes, el cielo raso o las estrellas, y la brisa marina. Bien acompañado:P.
Gracias a tí por dejar las tuyas, son la fuerza de la ola que, naturalmente, se deshace para volver a ser agua y fundirse en la arena.
Besos.