Hoy toca visita al mordedor de ideas. Se me ha ocurrido ponerle un bozal para que no pueda mordérmelas, pero entonces me atacaría; quizá si le pongo un pañuelo con cloroformo será más sencillo, aunque corro el riesgo de que me detengan y me metan en el psiquiátrico. No, debo buscar una solución más sencilla....y si me coso las ideas para que no pueda mordérmelas? sería capaz de arrancarme parte del cerebro con tal de quitármelas, así que no me queda otra solución: las encerraré en casa antes de salir para que no pueda arrebatármelas; entonces me apresará con unas esposas junto a su muñeca y me obligará a llevarle junto a ellas...no, no, sigamos pensando..ya está!. Con no tener ideas, no tendrá nada que morder. Tendrá que degollarse las suyas propias, y entonces se matarán a sí mismas, se suicidarán. Pero las mías seguirán vivas y pensando.
Para mi lo más benmeficioso es sacar las ideas de paseo, recambiar el chip, modificar algunos pensamientos, criterios pero dejar cerrado bajo 7 llaves el nucleo central mi vida que es mi escala de valores.
ResponderEliminarUn beso Begoña
Buenos días, Katy.
ResponderEliminarLas ideas deben salir, oxigenarse, y hasta los valores deben permutar para seguir evolucionando, ya que las circunstancias también lo hacen.
Besos!.
Magnífico Begoña. Las ideas hay que sacralas aunque sean malas, ya mejorarán si deben hacerlo o moriran de forma natural, pero deben fluir.
ResponderEliminarUn beso
Buenas noches, Fernando!
ResponderEliminarMuchas gracias!. En realidad, el "mordedor de ideas" mentalmente era el símbolo de un "doctor":-).
Besos!