Hubo.
Limones en el limonero a manos llenas
sobre el césped infértil en constante remojo
(si mi padre lo hubiese visto!).
También
esa alegría contagiosa al recibir tus líneas
o simplemente al aparecerte de imprevisto.
Ver (te)
ese manantial de ideas rumbo a tu cauce
ahora se me antoja nuestro tragicismo.
Y no me hago a la idea de no contarte
estés, no éstes, seas o no seas más
que una ilusión rota prendida en el aire;
que una ilusión rota prendida en el aire;
a fin de cuentas
lo que no existe salvo en nuestro mundo imaginario
no puede siquiera encontrarse ni entre renglones escritos.
En el trasfondo, lo único de cierto,
es este inagotable amor a tu arte de palabra
que pinta ésta, mi tarde rasa, en nubes coloridas.
Me ha gustado mucho el mensaje del trasfondo. Y la comunicación que es tan importante aunque a veces se convierta en monólogo o en palabra escrita.
ResponderEliminarBss
Buenos días, Katy.
EliminarEl trasfondo lo es todo; es todo este blog, y más. Los limones vinieron aparte, no sé porqué me aparecieron al escribir, y los dejé; como un collague ...si mi padre viese los limones de hoy!!! tan grandes como manzanas en un jardín que creíamos infértil para limoneros tras varios injertos e intentos diferidos en el tiempo.
Besos.