Termita soy,
del sol, agua,
tierra y del aire.
Aquí estoy
y respiro como ser
diminuto y devorador
del sauce.
Porque soy termita,
no me ves,
me camuflo en tus carnes.
Pero estoy,
y tú lo sabes,
me alimento en tus flujos
naturales.
Sólo hay una cosa que no sientes,
ni sabes, hasta hoy:
el día que tú no sueñes no soñaré.
Me acostumbré
a tus lugares comunes,
a tus efluvios, a tus ronquidos,
a tus huidas, a tus múltiples avatares;
el día que tú no sueñes no soñaré.
Me acostumbré
a tus lugares comunes,
a tus efluvios, a tus ronquidos,
a tus huidas, a tus múltiples avatares;
y resulta que no sé si sé,
pero no quiero
vivir sin tu esplendoroso jardín mental
repleto de manjares
y tu maltrecho físico semblante
para unos ojos oscilantes
como los míos.
y cuando tú, sauce dejes de regarme con tus lágrimas, seré yo termita quien empiece a sollozar. Tus lamentos, tus caricias, tus hojas rascándome la barriguita...
ResponderEliminarCreo que sin ti, no habría un posible yo.
Hermoso poema Begoña, me ha encantado :) besazos cuidateee
Nos necesitamos unos a otros eso está claro. No somos islas, la termita no rería sin el sauce, y el sauce cumple perfectamente su misión de darse.
ResponderEliminarUn beso Begoña. Es una buen reflexión
Buenos días, Emperatriz.
ResponderEliminarQué bonito, Emperatriz! sin tí no habría un posible yo. Frases alimentando una celuloide de papel, como mis creaciones (no me atrevo a llamarlas poemas).
Lo importante es que te haya causado algo positivo, y creo que sí:-).
Besos.
PD: un día de éstos te escribo al correo para preguntarte qué plantilla usas de blogger, estoy un poco cansada de ésta, necesito cambio de look.
Buenos días, Katy.
ResponderEliminarEn parte es así, en parte no ya que vivimos en un mundo imperfecto.
Creo que se nota que lo escribí en un momento màs álgido, jejeje; cada día es distinto y nos sentimos de forma diferente.
Besos.