martes, 18 de septiembre de 2012

Nana a mi niña del mar




Mi niña marina,

me pregunto si el mar te trata bien.

Echo de menos tu agua para compartir 

nuestro oleaje

donde nuestros quebrantos

se difunden con las rocas del acantilado.

Dormir en tus olas de gaviota.

Sentir

que el viento brinda al horizonte

su manto de aire

para volar al infinito del océano.

En el fondo de tu piel hay vida,

allí te hallas

alimento de fe en colores para peces,

dándote.

Aunque nadie nos cree, 

ni nos importa que así sea.






4 comentarios:

  1. Las gaviotas para mi siempre han sinónimo de libertad. Y el mar nunca trata mal. Aveces nos ahoga pero es es cuestión del destino.
    Lo verdaderamente importante es lo que tu creas.
    Y todo lo demás rizar el rizo.
    Bss

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  2. Buenos días, Katy.

    En mi caso su canto me recuerda las mañanas del amanecer rumbo al trabajo; se cruzaban muchas sobre mí.
    Cuanto más tiempo pasa, más fuerza cobra la peor versión de los hechos. Pero para mí sigue siendo un viaje voluntario, una huida como el de las gaviotas que se adentraban en la ciudad al amanecer mientras hablábamos.

    Besos.

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    1. "Echo de menos tu agua para compartir nuestro oleaje
      donde nuestros quebrantos se difunden con las rocas del acantilado".
      Precioso
      Bss

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  3. Sabía que conocer el trasfondo de esta creación te gustaría, Katy.
    Y me quedo con tu palabra: libertad. Ella es libre.

    Besos.

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