Páginas
Etiquetas
jaspeando las grietas
(145)
interior
(85)
diálogos interiores
(73)
conciencia
(70)
Pasiones
(62)
blog
(62)
dolamor
(58)
Nuevos horizontes
(55)
amor
(54)
floramor
(51)
pálpito pleno mordaz
(49)
Meditaciones mortuorias
(46)
burlando el futuro
(41)
cotorreando
(36)
Cuentos narrativos
(32)
futuro
(32)
Naturamor
(31)
SauceLloron
(31)
Sueños
(23)
recuerdos
(23)
contemplaciones sobre el tiempo
(22)
haiku
(22)
observación
(22)
diálogos
(21)
dolor
(21)
amor por amor
(20)
paseos espectrales
(20)
nuevo alféizar 2014
(18)
pensamientos narrativos
(18)
Ideas
(17)
amistad
(17)
burlando la enfermedad
(17)
caída del puente
(17)
breves
(16)
deseos
(14)
crónica de una muerte anunciada
(13)
maramor
(12)
escena interior
(11)
incatalogable
(10)
Soliloquios cotidianos
(8)
presentimiento
(8)
contemplación
(7)
cambios
(6)
descubrimientos
(6)
gamarataga
(6)
de madrugada
(5)
gracias
(5)
galimatías
(3)
picamor
(2)
Lorena
(1)
caligrafia con tinta china
(1)
fantasia absurda
(1)
primavera
(1)
varios
(1)
martes, 13 de agosto de 2013
A ti, amiga perdida por íntimo deseo propio.
La primera letra del alfabeto, una letra cualquiera
pudiera ser.
Se puede vivir de muchas formas, sentir de otras infinitas,
no todos calzamos del mismo modo.
A ti, maestro, te compadezco.
No por lo que va en ti rodado,
si no por todo aquello que no ves
en tu ceguera de necesidades.
Un capricho mayor de cepa más añeja
que la que porta tu vid,
y un sin fin de revés de virtudes
que tan sólo tú bregarás,
siempre y cuando ofrezcas
mayor bolsa para superar el mandato
que el que ahora soporta sus quimeras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hola Begoña, quiero y no quiero entender, lo que queriendo no puedo. En cualquier caso no se pueden pedir peras al olmo, ni nadie da más de lo puede.
ResponderEliminarGracias por tus palabras siempre tan certeras.
Bss
Hola, Katy.
EliminarCada vez estamos más cerca de conseguir peras del olmo, aunque el resultado no sean peras naturales:P. Lo que no sabemos es el coste de oportunidad que conlleva el conseguirlas.
Todo tiene un precio, y no siempre puede valorarse exclusivamente en valor monetario.
Mis temas se diversifican, me siento en una etapa dispersa e incontenible. Escribo a impulsos como si el pulso funcionase a golpes de arritmias prolongadas para arrancar aceleradamente en noches bañadas de bochorno.
Besos.