Páginas
Etiquetas
jaspeando las grietas
(145)
interior
(85)
diálogos interiores
(73)
conciencia
(70)
Pasiones
(62)
blog
(62)
dolamor
(58)
Nuevos horizontes
(55)
amor
(54)
floramor
(51)
pálpito pleno mordaz
(49)
Meditaciones mortuorias
(46)
burlando el futuro
(41)
cotorreando
(36)
Cuentos narrativos
(32)
futuro
(32)
Naturamor
(31)
SauceLloron
(31)
Sueños
(23)
recuerdos
(23)
contemplaciones sobre el tiempo
(22)
haiku
(22)
observación
(22)
diálogos
(21)
dolor
(21)
amor por amor
(20)
paseos espectrales
(20)
nuevo alféizar 2014
(18)
pensamientos narrativos
(18)
Ideas
(17)
amistad
(17)
burlando la enfermedad
(17)
caída del puente
(17)
breves
(16)
deseos
(14)
crónica de una muerte anunciada
(13)
maramor
(12)
escena interior
(11)
incatalogable
(10)
Soliloquios cotidianos
(8)
presentimiento
(8)
contemplación
(7)
cambios
(6)
descubrimientos
(6)
gamarataga
(6)
de madrugada
(5)
gracias
(5)
galimatías
(3)
picamor
(2)
Lorena
(1)
caligrafia con tinta china
(1)
fantasia absurda
(1)
primavera
(1)
varios
(1)
jueves, 25 de noviembre de 2010
Al ratón y al gato
Jugamos a la ratona y al gato: él, traidor por naturaleza, realiza sus rondas nocturnas ronroneando a placer por sus tejados, se pavonea ante las damas no conquistadas mientras vigila aparentemente indiferente las que son víctimas de sus encantos; ella, ratona astuta y pequeña, le provoca contoneándose con su lazo rosado poniéndose a tiro de su mirada esperando que dispare sus garras hacia ella en el momento en que otra gata anda celándolo; ilusos, ninguno de los dos prueba bocado. Por ahí les ven todas las noches soñando en acariciarse sin tan siquiera rozarse.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Curioso final para un cuento y un juego conocido, querido y que duerme en nuestros sueños infantiles. Quizas por eso resulta extraño este sueño. ¿Fantasias de gata tal vez?
ResponderEliminarMás bien será que el gato era un poco miedoso.
Un beso
Buenas noches, Katy.
ResponderEliminarProbando nuevos registros....es un cuento que me encanta, pero su final es amargo, el gato se come a la ratita. Había que darle otro "matiz": tú le has dado otra versión. La mía era aún más rebuscada, jejeje, más indeterminada, sin final, para que así cada uno vea la suya....no la cuento, que entonces pierde la magia.
Besos y gracias por pasarte!