no importa qué llaves llevan a la nada,
salvo que todos son lugares de todos
y no hay puertas que abrir, porque no existen.
En el universo no hay puertas, sólo llaves del devenir, del existir.
Que se lo pregunten a Stephen Hawkings, que lo acaba de descubrir.
Qué importa que él o tú o alguien cierre la puerta que no tiene,
si no hay puerta que cerrar o que abrir, sólo la vida que nos detiene
algunas veces, otras nos deja ir y venir.
No se trata de saltarnos las alambradas,
se trata de no ver cómo las obviamos.
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sin llaves... |
Preciosa metáfora existencial.
ResponderEliminarUn abrazo :)
My darling, qué comentario más bonito me dejas!. Siembras precedente, mi primer comentario.
ResponderEliminarAlejandro, déjanos esa música celestial que tú ya sabes, eso sí es una preciosa metáfora existencial!.
Besos.