Preciosa melodía para acompañar esta efímera e intensa relación entre la copa y el vino:
gracias, Amalia:D (@llorentea):
Cuando la botella se inclinó hacia ella, un deseo indescriptible
corrió por su piel al deslizarse un cuerpo líquido por su superficie interior,
rojo y poderoso; él se envaneció al tocar su fondo y, tras un breve devaneo,
quedó decantado de placer dentro de su cuerpo.
Un efímero momento de éxtasis, condenado a morir en el instante en que ella fue asida por su talle y vio cómo su amor se vertía en otra boca. El vino falleció en la copa de otros labios.
Un efímero momento de éxtasis, condenado a morir en el instante en que ella fue asida por su talle y vio cómo su amor se vertía en otra boca. El vino falleció en la copa de otros labios.
Momentos de rojo pasión. Embriaguez de amor, de pasión, deseos. El caso es que lo disfrutó:-) Creo yo.
ResponderEliminarBss y una estupenda semana para ti
Hola, Katy. Esta vez buceé en letras objetivas ajenas a mi laberinto interior; una historia de amor entre una copa y el vino que la copa; no digo que no lo festejase, aunque diría que lo disfrutó más la última boca que se llevó al vino:-).
EliminarBesos.