La Lluvia Amarilla, Julio Llamazares
Al igual que los árboles, los pensamientos también sufren, laten, sienten e incluso en ocasiones llegan a morder. Uno quisiera sosegarlos en los rabiones de sensibilidad que arrastran sus cauces, e incluso espera la muda de sus hojas adentrándose en el bosque del otoño buscando en la gelidez de su irreversible avance una tregua, pero estas altas temperaturas no ayudan a su mansedumbre. El sol se afinca en las aliagas del sentimiento en este interminable veranillo de San Miguel.
La vida produce dolor, los pensamientos te pueden llevar de un lugar a otro, de una alegría a la tristeza Pero lo que duele se quedará formando estrías en la piel que ya jamás ¡se borrarán
ResponderEliminarBss.
es un maridaje perfecto entre lectura y emoción, propósito y consecución; personal:).
EliminarBesos, katy.