Existe algo contenido en tu incienso esfumado para aflicción
de nuestro espacio.
Te descolgaste voluntaria de aquel deseo espontáneo
sometida en mi propia tormenta
no supe interpretar
aquellas brazadas pre-veraniegas
anuncio de una inmersión sin retorno a superficie
tanto hablarte del arco iris de arrecifes marinos
no vi en ese fondo el fondo de cualquier fin oscuro
http://www.gamonalb.com/2011/07/por-el-quintilis-juliano.html
aquí te tengo y te me escapas huida plena de la existencia
contenida sin cuerpo en nuestro espacio náufrago.
Cuando estamos inmersos en nuestro propio dolor, nuestra tristeza no es fácil ponerse en lugar del otro y entender lo acontece. Cuando nos serenamos nos damos cuenta y esto también cuenta. Peor sería ser insensible.
ResponderEliminarBss
Buenas noches, Katy.
EliminarEste poema va muy entroncado con otro de hace un año aunque haya puesto como referencia uno de hace dos años.
Un alma maravillosa se perdió en el océano, un alma que aprecio. Son aquellas cosas que hacen de esta tecnología humanidad, personas que no conocemos personalmente que conocemos mejor que personalmente por aquella parte de su pensamiento y emociones al margen de su vida real diaria y cotidiana. La niña del mar de la que te hablé en privado siempre estará en mi mar, y sigo preguntándome si, en aquella ocasión hace algo más de un año, quizá mis corales la empujaron a su fondo. El coral es muy bonito como vida y poesía, pero los humanos respiramos fuera de él.
Besos.