Dejo rendir las horas
al frenesí de la existencia
que deambula entre los descansos.
Dejas marchar con grácil desapego
el amor que fue a buscar tu ser invisible.
El ayer de hoy por el mañana deseo.
Dejo expirar
los soplos de sensaciones
de algunos recuerdos reencontrados.
Dejas ir en aras de la realidad
la pasión de explorarnos los sentidos.
Esas cosas sólo las hacen los cuerdos.
No estaría yo tan segura de eso. "Los cuerdos" y más los que se creen cuerdos, son incapaces de explorar un mundo de matices encontrados, de sueños tejidos de fantasía.
ResponderEliminarBss
Hola, Katy.
ResponderEliminarJustamente, en otras palabras, ese fue mi intento. No sé si es mi complejidad como ser, o mi personalidad complicada; creo que cada uno de nosotros estamos formados por varias partes que, aún yendo juntas porque forman parte de nosotros, cada una de ellas tiene su mundo y su espacio. En mi caso no me gusta mezclarlas.
Ya te digo: pensamiento de locos. Es mi forma de sentirlo, mi visión. Mi visión no deja de ser mía, personal, individual, igual, similar, distinta o contraria a otra visión o visiones. En la variedad está el gusto. No obstante, probablemente esta opinión no se acerque a los considerados cánones de cordura por nuestra sociedad. Por suerte, pueden manipular nuestro pensamiento si nos dejamos, pero todavía no pueden leer lo que pensamos salvo que nosotros mismos lo contemos del modo y la forma que queramos.
Besos.