Casi todos tenemos algo de dicotómicos. Es muy difícil ser solo de una forma lineal y quizás sean tus ojos los que perciben las cosas de diferente manera en esta esfera azul Bss
Cierto, todos tenemos un ying y un yang. No obstante, la escritura tiene una forma muy particular de generar más matices en nuestra interpretación a través de lo que nosotros imaginamos que el escritor quería decir. Ofrece más de un color, diferentes perfiles de un mismo personaje, como si el mismo estuviese delante de múltiples espejos donde según en cual se mire, se percibirá de un modo distinto. O incluso en función del estado anímico en el que nos encontremos, entenderemos una cosa u otra.
El agradecimiento es mío por tu visita a éste, nuestro jardín de letras. Tus letras me transmiten mucha maestría y a su vez sencillez y una gran sensibilidad.
Me reitero en lo que me inspiraron:
Bendigo, y soy atea, el día que uniste tu red a mi malla porque entonces descubrí las urdimbres de tu ánima.
Casi todos tenemos algo de dicotómicos. Es muy difícil ser solo de una forma lineal y quizás sean tus ojos los que perciben las cosas de diferente manera en esta esfera azul
ResponderEliminarBss
Hola, Katy.
ResponderEliminarCierto, todos tenemos un ying y un yang. No obstante, la escritura tiene una forma muy particular de generar más matices en nuestra interpretación a través de lo que nosotros imaginamos que el escritor quería decir. Ofrece más de un color, diferentes perfiles de un mismo personaje, como si el mismo estuviese delante de múltiples espejos donde según en cual se mire, se percibirá de un modo distinto. O incluso en función del estado anímico en el que nos encontremos, entenderemos una cosa u otra.
Besos.
Gracias, Begoña, por tu cordial y alentador comentario.
ResponderEliminarUn beso desde Madrid.
Buenas noches, Antonio.
ResponderEliminarEl agradecimiento es mío por tu visita a éste, nuestro jardín de letras.
Tus letras me transmiten mucha maestría y a su vez sencillez y una gran sensibilidad.
Me reitero en lo que me inspiraron:
Bendigo, y soy atea,
el día que uniste tu red a mi malla
porque entonces descubrí
las urdimbres de tu ánima.
Bienvenido a nuestro 2.0!. Un beso.