viernes, 16 de diciembre de 2011

Media luna menguante al amanecer granado.






Preciosa melodía, voz e imágenes dedicadas por Amalia Llorente:
http://www.youtube.com/watch?v=VgKc5kdllvc&feature=share


Bram Stoker's Dracula MV - Dark Waltz




Camino al amanecer granado
aparece la media luna menguante.

No hay nidos de plumas verdes en las copas
de las manzanas industriales,
las cotorras se arrejuntan con palomas
sobre crestas de cemento y metales.

Cruzan a bandadas las gaviotas
buscando en la ciudad sonora algún mendrugo
que consuele sus paredes interiores.

De las aceras emana olor a hierro mojado
y las historias de miles de obreros
circulan por las naves a mi paso.

Una cotorra husmea entre las piezas de acero
un escondite donde guardar sus emociones.




7 comentarios:

  1. Desde luego querida Begoña que no hemos naciso para vivir en jaulas de hormigón, privados del contacto con la naturaleza. Tampoco las plantas para estar en tiestos. Hemos nacido para ser libres junto con los demás seres que pueblan el Planeta, pero aún así no hay otra que tratar de humanizar nuestro entorno mientras la Luna brilla por encima de todos ajena a nuestras tristezas.
    Bss

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  2. Desconcertado está el prisionero, entre el oxidado invierno que acrecienta, frío y hostil el acero. Soñando huir del frío quebranto, bajo el párpado ciego, el compacto silencio mece tu abismo de palabras, esparciendo el deseo oculto y vehemente de unión con la tierra que nos vio nacer.

    PD: la música me conmueve

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  3. Buenas tardes, Katy!

    Disculpa no respondiese antes, realmente esta semana se me está haciendo cuesta arriba con el tema de la navidad y todos los rituales que en el mundo opulento occidental hemos adoptado.

    Me gusta la dulzura que tu mirada desprende tras la resignación a lo que hay. El ser humano se adapta a casi todo, incluso al lado negativo del progreso industrial.

    Te voy a dar otra mirada. Una de mis fuentes de inspiración es la zona industrial de la ciudad de barcelona, de lo que queda de ella. Debido a su proximidad al mar, está ampliamente sobrevolada por gaviotas que a primera hora de la mañana se cruzan con los viandantes en un mismo ángulo desde el aire. También hay cotorras, pero curiosamente sólo las he visto al mediodía cuando el sol calienta más. Una de las cosas que más me sorprendió fue verlas disputarse...la hierba!, sí, la hierba.Comen césped literalmente (ya colgaré una foto para que lo veas, les hice una instantánea en pleno acto).
    Tengo una cotorra vigilada cuyo trino es aún más espantoso (ronco pero estridente, como un fumador empedernido con la garganta tocada) que el graznido habitual de cotorra, a la que ya he visto dos veces peleándose con otras de forma muy agresiva. Éstas están más sucias, o me lo parecieron a mí, que las del parque de palmeras donde vivo, el pelaje no les brilla tanto y hacen vida de paloma, ya que se las ve con ellas como si fueran del clan.

    En esa zona abundan naves industriales que se dedican a la producción industrial , y cuando paseas por la calle huele a metal quemado. Las fachadas están muy deterioradas la mayoría sin restaurar , pero las avenidas están arregladas recientemente por el ayuntamiento, con lo cual se hace un poco extraño y a la vez poético. Hay mañanas que me imagino en la Barceloneta de los años 50 y me resulta un decorado fascinante por tener la historia de sus antaño habitantes grabada en sus desconchadas y descoloridas pieles con sus cristales rotos y sus ventanas tapiadas. Un mundo que habita sus habitáculos.

    Besos!.

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  4. Rosa, a por ti vengo más tarde...voy a cenar que ya toca:-).

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  5. Buenas noches, Rosa.

    Prisionero entre las paredes de humo a soldadura, la tristeza de una vida al acero sometida, pues no es el metal benigno compañero. Se ciñe en precintos soñando en paquete ser deportado a momentos distintos. No se oyen voces cercanas, dentro de un cubículo electrizante y una fusta asentada la cotorra se alza avistando otras voces, esas que hace muchos años moraban la cueva.

    La música es vampírica , devora las emociones a salto de voz y notas.

    Besos!.

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  6. Hola Begoña, según has descrito el paisaje me lo puedo imaginar perfectamente. Pero lo cuerioso es también el mundo animal que convieve con nosotros se contagia de nuestros modos y maneras agresivas.
    tengo muchos años y ninca me he contagiado del consumismo. En mi corazón no ha anidado el tener, tal vez porque me enseñaron mis padres y las circunstancias especiales que rodearon mi vida. Algún día tal vez me anime a compartir algo. Pero cada cual es libre de elegir como desea vivir estos días.
    Bss

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  7. Buenas noches, Katy!

    Nosotros no dejamos de ser unos animales, mamíferos según nuestra escala de valoración reconocida; entonces no debería sorprendernos que el resto de animales también lo sean hasta niveles insospechados:-).

    Respecto a lo segundo, a veces no es lo que uno quiere. El entorno determina, y aunque uno se rebele, o se desprende del todo absolutamente (no lo recomiendo: te ponen etiquetas relacionadas con la neurología), o uno se va a otra zona distinta a vivir. Es así. La edad también determina nos guste o no, y te puedo decir que en gente de mi entorno que opina parecido, sin darse cuenta son los primeros que preconizan el regalo. Son temas susceptibles. De todos modos, yo no soy muy creyente en las tradiciones, ni en las del consumo, ni en las religiosas.

    Besos!.

    PD: esta creación en realidad es otra versión de un poema más antiguo expuesto en este blog hace meses, sobre la media luna, digamos que adaptado a lo que actuamente me envuelve; las cotorras ya no andan en el parque del barrio, sino en la zona industrial de barcelona:-).

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