ALESSANDRO SCARLATTI GRISELDA DUETTO"Bella mano"
Amalia Llorente (@llorentea -twitter)
Hoy no era día de plenitud a pesar del sol,
ni de emociones alegres.
A pocos centímetros de mi sombra,
el cactus perdió en tu mano su cuello en rebanada.
La raíz del sauce ni llora,
pues su cuerpo reducido en astillas
ya falleció entre los dientes de la tierra
hace unos meses, podrida.
La mano de la azada
sólo la ha movido, de su postura,
a la intemperie.
El jardín, otrora palpitante de aromas
yace cubierto hoy de cadáveres.
Pero algo queda en la estéril superficie.
Quizá las semillas callen ahora
para hablar más tarde en su despegue.
La tierra espera en sus cenizas el abono
que alimente a sus hijos potenciales
para encumbrar la vida en sus contornos.
La azada arranca, mata y remueve,
y en su remover, el amor crepita
para asentar en el suelo nuevas simientes.
Así es la vida amiga. Años tras año el ciclo inicia y se acaba, morir para renacer, y la vida sigue su curso sin contar con nosotros.
ResponderEliminarYo también tengo hermosas margaritas en un tiesto que exhiben con orgullo sus pétalos blancos.
Para mi tampoco es festivo, pues mañana habría sido el cumpleaños de padre alque recuerdo cada día.
Pero hoy muchos niños llaman a mi puerta a los que recibo con una gran sonrisa y con mis manos repletas de caramelos. Sus ojitos brillan de felicidad.
"La tierra espera en sus cenizas el abono
que alimente a sus hijos potenciales
para encumbrar la vida en sus contornos".
Bss
Buenos días, Katy!
ResponderEliminarVivir el momento presente, los niños picando a tu puerta con sonrisas en los labios y con manos llenas de dulces. El espíritu de tu papá estará contigo hasta que tú te reúnas con él, seguro que también se alegra de recibir a los chiquillos.Yo creo que los espíritus de las personas que fueron nuestros referentes nos acompañan pasivamente durante toda nuestra vida, en silencio, son una energía que en ocasiones trasciende y notamos.
En este caso, tocó limpiar el jardín, y la azada ahondó mucho más que la vez anterior. Las margaritas fueron el fruto de la primera poda, salieron salvajemente a borbotones. Esta vez, la segunda poda arremetió con mi cactus esquinero, y arrancó las astillas que quedaban del pobre sauce, aunque algo queda aún bajo la baldosa de la esquina de su antaño paso por el jardín. Lo que sí que sigue porque no hay quien lo arranque salvo con sierra eléctrica son las raíces del ficus "enano", ese que decía mi abuela que no crecía (estuvo casi tres años sin arrancar del suelo; cuando empezó a tirar, se convirtió en un árbol invasor).
El jardín más pelado que nunca salvo en su construcción. Así ha quedado, cubierto de rastrojos, plantas y raíces en espera se sequen para ser recogido y apartado.
Besos!
No te preocupes cuando llegue la primavera y lo días de sol inunden el jardín, volverá su esplendor a reverdecer, pero solamente sucede este milagro si durante el invierno se cuida y se mantiene, como los hijos, cuando crecen.
ResponderEliminarUN saludo
Buenas tardes, Juan Antonio!. Bienvenido a mi blog.
ResponderEliminarCuando llegue la primavera, volverán a brotar las margaritas, fijo,y esta vez no tendrá muchas más compañeras, así que lo mismo se extienden aún más que este año.
Este jardín no está cuidado, de hecho por eso se poda, porque su destino es la venta; el tema se va demorando por la situación económica actual, si no, ya no estaría hablando del jardín. Pero sí, cierto es, que cuanto más se cuida, mejor y más nacen. Sin embargo, en este caso el milagro es justamente que de su total abandono crezcan tal cual.
Un abrazo.