https://www.youtube.com/watch?v=2tQ9AnISEwc&feature=player_embedded#at=11
"Se m'ami, o caro" (Aci, Galatea e Polifemo) - Sara Mingardo
Amalia Llorente (@llorentea)
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Sauce
"Ciclo de las cortezas fraguadas,
por aquello que donde empieza no acaba
el círculo que marque nuestro tiempo
de nuestros momentos venideros."
Margarita
"Nuestro momento".
Sauce
"Son mis sorbos de vida, tus versos
tallados sobre mis poltronas,
banquetas para tus esquejes encabritados,
butacas para tus tallos, mi flora".
Margarita
"tu sorbo me empapa"
Sauce
"Tus esculturas son a mis anillos
lo que la edad a mi desarrollo.
Por eso, mi bella flora, te espero
para abrir surcos infinitos ."
Margarita
"dime el lugar y la hora".
La margarita esperó hasta secarse sobre la piel del sauce. O era el sauce el que esperaba a la margarita en su corteza?. No se oyeron. O no se hablaron.
Cuando hay tanta diferencia de edad y estatura es normal no entenderse. Se oyeron, y se escucharon seguro, pero cada cual cantaba su propia canción enfrascado en lo suyo. estan ya condenados de antemano a no entenderse
ResponderEliminar"Besa el agua que gime blandamente
las leves olas que jugando riza;
el sol besa la nube de occidente
y de púrpura y oro la matiza;
la llama en derredor del tronco ardiente
por besar otra llama se desliza,
y hasta el sauce inclinándose a su peso,
al río que lo besa, vuelve un beso.
(Gustavo Adolfo Becquer, Rima IX )
Lo del sauce es besar las aguas del río y no a las margaritas.
Un beso begoña
Buenas tardes, Katy!
ResponderEliminarPrecisamente las fábulas tienen el don de juntar lo que en principio no puede ser juntado:-). La margarita, a pesar de su corta vida , nació en su piel, y allí muere.
Sin embargo, en esta historia, parece que cada uno tiró por su lado; uno hablaba y el otro se escuchaba a sí mismo:-). Paradógicamente, esa conducta es muy extrapolable a nuestras relaciones sociales de todo tipo de cariz (sean íntimas o superficiales...a veces las superficiales se escuchan más por aquello de "la confianza da asco"). Fábula abocada a un destino trágico, como gran parte de las novelas dramáticas del S. XIX.
Por aquello de que el sauce besa los ríos, éste besa las margaritas....o las besaba; quizá se cansó y se fue a la ribera de un río a jugar con las llamas del sol, o más bien, mientras él se sacia a besos con el agua, deja que la llama prenda la superficie de su tronco, quemando la margarita. Pero la margarita es terca, y algo quedó bajo su dermis.....:-)
Besos y gracias por este bellísimo poema de Bécquer, sin duda uno de los mejores poetas de la historia, al menos bajo mi mirada.
Y sin embargo ambos germinaron de una simple semilla, diminuta, pero llena de vida.
ResponderEliminarSol y agua, tierra y viento alientan la vida de las plantas.
Abrazos y sonrisas
Hay amores que son imposibles aunque se ponga el alma en ello...
ResponderEliminarBesos
Hola, Ale.
ResponderEliminarEl origen es el mismo, seres vivos del planeta tierra, sí. Pero si en cada una de las especies ya existen infinitas capas y castas, las diferencias entre distintas especies son incuantificables, no? quizá no tanto, quizá estas fábulas, textos, poemas o diálogos están para acercar más allá de las barreras que ya llevamos automáticamente activadas. Los "alimentos", en cualquier caso, proceden de las mismas fuentes con distinta intensidad. Además, fíjate que la margarita nace en la piel del sauce, nace en él, él la despertó y la subió, qué paradoja!. como la vida misma....
Sonrisa enorme para vos, amigo mío.
hola, Luis!
ResponderEliminarNingún amor es imposible si la llama es real por ambas partes:-). Es uno de los sentimientos más poderosos por encima de cualquier otro. Incluso entre distintas especies.
Todavía recuerdo cuánto me dolió la muerte de un pájaro que tuvimos cuando yo era muy pequeña. Era mi pajarito. Era muy pequeña, yo creo que no tenía ni 7 años. Invertí mucho tiempo en buscar un entierro decente para él (entonces ya me picaron las dudas sobre Dios y todo eso- prefiero no hablar del tema, yo tengo mis creencias ateas y no pretendo cambiar las de nadie ni que nadie cambie las mías), y al final lo enterré en un pequeño agujero en el monte´(montaña) que frecuentaba con mi padre el fin de semana, en un pino común.
Han pasado más de treinta años...recuerdo el bochorno de aquel día y la inclinación del terreno donde decidí cubrir su pequeño cuerpo.
Me hacéis hablar...:-)
Besos.