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Hola Begoña, cada pensamiento o sentimiento taraducido en palabras para mi es muy importante. De ella mana el saber, el conocer y el descubrir que no somos islas y que compartimos mucho más que el espacio natural dónde vivimos. Mas que migajas es el pan de cada día.
ResponderEliminarUn beso
Buenas noches, Katy.
ResponderEliminarEs lo que nos hace humanos. Las migas son las huellas que marcan el camino de las palabras hacia el lenguaje. Sí, indudablemente, es el pan, el básico alimento que forma parte de nuestra alimentación y de nuestra cultura, de nuestra base (excepto cuando estás a dieta estricta):-).
Si hay algo que disfruto en este pequeño espacio, es la grandiosidad de comentarios como el tuyo. Éste es especialmente hermoso.
Besos.
Haces bien, recoge las migas de aquellos a quien tan bien amas, ellos recogerán sin duda las miguitas que tu amor les proporcione. Sólo así andaremos el camino de nuestras vidas. Las personas, ESAS personas, son las que cuando más cansada te encuentras mejor cobijo te dan.
ResponderEliminarBesazos Begoña, acabas de alegrarme la noche con tus deliciosas palabras :)
Hola Begoña:
ResponderEliminarPiensa que todo lo que das, te lo das. Lo mis o pasa con lo que siembras y recoges. Precioso.
Un beso
Buenas noches, Emperatriz!
ResponderEliminarNo estoy tan segura de esa reciprocidad que uno cuando realiza las cosas toma por hecho, no por egoísmo, sino por símbolo de comunicación, sea de aceptación o de rechazo:). A veces, nos generamos excesivas expectativas basándonos en nuestros propios conocimientos, obviando lo obvio y sencillo: todos estamos hechos de diferente pasta.
Tras divagar largamente, uno llega a la conclusión que no hay mejor prueba que un mal momento para realmente valorar la validez de esa frase, las personas que dan cobijo a uno cuando , y voy más allá, no es que esté cansado, sino simplemente anulado.Y entonces uno se asusta, y espero que alguien me diga me equivoco, me alegraría.
Pero no dejemos pensamientos tan crudos reflejados en este espacio. Tu último pensamiento es precioso, ayer cuando lo leí a través de mi dirección de correo se me escaparon las lágrimas de ternura. Tú sí que me alegras con tu alegría y tu presencia aquí en nuestra casa!. Sin vosotros, este blog no tendría vida.
Besos, preciosa. Emperatriz de los sueños.
Buenas noches, Fernando!
ResponderEliminarLo dado se pierde de nosotros y se gana en nosotros. Siembras y no recoges, no siembras y recoges, pero qué recoges?. No, amigo, las cosas en nuestro mundo no funcionan así. Me has evocado un cuento precioso de Jorge Bucay, el plantador de dátiles, que me puso en una de sus sesiones de coach Baldi Figueras. Aquel cuento me llegó al alma. Recuerdo acabar la sesión, y sorprendentemente, ver cómo Baldi se me acercó y supo que aquel cuento me tocó. Curiosamente, en aquel momento, alguien se llevó la semilla de los dátiles. No hay que tener rencor.
La vida son esos breves momentos que nos tocan. Los sentimientos nos hacen sufrir mucho, pero también nos hacen humanos.
Besos, Fernando. Tu mirada me encanta.
Tienes razón cuando dices que las espectativas nos defraudan, pero a veces, cuando quieres a alguien, sólo por ese amor que le procesas, no le pides nada, no esperas nada... sólo esperas lo que la persona pueda dar, y es así, como bien dices, cuando estas anulado que te das cuenta que los seres imperfectos que nos acompañan son las únicas piezas que encajan a la perfección con nosotros mismos.
ResponderEliminarMuchas gracias querida, tu frase me a llenado de ternura y cariño. ¿Sabes? a mi también me has emocionado :)
En fin guapísima muchísimos besos y dulces sueños :*
Buenas noches, emperatríz.
ResponderEliminarNo nos engañemos. Nunca pedimos nada, pero el desprecio nunca es bien recibido, y no hay mayor desprecio que el no aprecio (es un refran, de hecho). La intención es una actitud, el hecho la acción de la intención.
Ser un ser sobre ser y ser siendo.
Los sueños nos empapan y nos envuelven en su manto de agua para navegarnos en sus emociones. Dejémonos llevar.
Besos, Emperatriz.
No me refiero al no aprecio, me refiero a los defectos y a las aptitudes.
ResponderEliminarEs cierto que nadie recibiría el desdén o el desprecio con una sonrisa y los brazos abiertos, pero no hablo de eso, hablo de los brazos que se abren, las sonrisas que florecen cuando te han despreciado, cuando crees que has llegado al final.
Me refiero a esos troncos, que aún dejando de ser árboles, siendo sólo un trocito de tronco, aún así sirven de cobijo, nos descansan...
hablo de los que hablan y de los que no dicen nada, de los que te acarician cuando no quedan palabras.
De los valientes que dicen te quiero ( e inevitablemente, a veces, también dicen lo siento).
Hablo de todos esos, Begoña, de los que están y de los que no. De esos que queremos de una manera tan incomprensible que lo vuelve mágico.
Y sí, dar amor a veces es recibir dolor a cambio, pero querida, no olvides que si nos empecinamos en amar será por algo :)
Besazos cuidateeee
sí, lo había interpretado de otro modo, como no correspondencia o rechazo:-).
ResponderEliminarNo cabe duda que todo lo que nos sucede a nivel emocional, en el amor y en la amistad, en la salud y en general en todas las emociones que vivimos, dejan su huella y su recuerdo, su "miguita". Algunas permanecen en las hojas, otras quedan menos marcadas, pero en cierto modo, tienes razón que lo que ha formado parte de nuestro mundo, sigue siendo parte de él.
Besos.