lunes, 31 de enero de 2011

Rastrojos Salvajes

Begoña Gamonal


Quizá, lo único que me queda, es ese jardín a punto de ser finiquitado, salvaje, de cuya herida sangrante surgen rastrojos y alguna que otra flor exuberante, rebelde, resistiendo la embestida terminal.
 
Begoña Gamonal

6 comentarios:

  1. Como un recuerdo que se escurre entre nuestros dedos, lo acaricias, le lloras, le ríes... pero acaba por dejar poco más que un profundo rastro :)

    ResponderEliminar
  2. Buenas noches, Emperatriz.

    Da mucha pena ver cómo desaparece un sueño grande,muy grande para alguien tan grande como un padre. Y que tú seas su ejecutor, aún más. Cada rastrojo, cada tallo salvaje que brota con fuerza natural, es un sacrilegio y un recuerdo de que , quizá , no sea el momento oportuno. Nunca lo será cuando lo que muere no es un objeto, es un recuerdo emocional.

    Besos.

    ResponderEliminar
  3. Hola Begoña:

    Que forma tan bonita de explicar eso de la resistencia a que mueran los sueños, las cosas. Lo twitte , pero no se por qué extraña razón se pierden algunos twiits.
    Un beso

    ResponderEliminar
  4. Buenas noches, Fernando!

    Me pillas a punto de cambiar de poema.
    La verdad es que este tema me puede, y ahora más que nunca lo voy a tener presente porque estoy trabajando en ello. Fíjate, el captus resiste, con sus pinchos afilados, para que no se acerquen demasiado a él y le dejen tranquilo:D- Bueno, es metafórico, te puedes imaginar. Me gusta darles forma y pensamiento humano a la naturaleza.

    Besos!.

    ResponderEliminar
  5. Pues lo haces de lujo. Me gusta la forma esa que tienes de mirar.

    Besos

    ResponderEliminar
  6. Aunch! me vas a sonrojar:-). Yo que pensaba que era demasiado tristona.

    Miremos! sigamos mirando y que los demás miren!:D.

    Besos!.

    ResponderEliminar