Igual que las hojas de los árboles en invierno,
desapareces.
Mis letras, debilitadas,
penden de sus extremidades desnudas,
a la intemperie.
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| Begoña Gamonal |
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miércoles, 26 de enero de 2011
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Todo lo que escribes me encanta, me gusta, me hace pensar.
ResponderEliminarMaribel.
Maribel, por qué no pones nombre?
ResponderEliminarno contesto a anónimos, incluso borro sus mensajes porque hace tiempo que tuve un acosador.
Todo son pensamientos, como los tuyos, los de cualquier otra persona.
Besos y bienvenida! pero mejor identifícate y así no borraré tus mensajes:D.
Tu hábil trazo siempre rasga el inerte papel desusado, violento desasosiego, desterrando al veleidoso abismo del desamparo.
ResponderEliminarQuerida Begoña:
ResponderEliminarA veces incluso uno mismo tiende a desaparecer, no es extraño que lo demás lo haga también. A veces intentamos preservar algo sin darnos cuenta de que cómo tu dices "Igual que las hojas de los árboles en invierno, desapareces", incluso lo que no se ve se puede ir, como la inspiración, las ideas o las palabras: Mis letras, debilitadas, penden de sus extremidades desnudas,a la intemperie." me encantan estas palabras.
Magnífica como siempre :)
besazos
Rosa,
ResponderEliminarAntojadizo sentimiento el desamparo que, al igual que corre, se para o retrocede, y no es por asomarse al precipicio que da marcha atrás, sino que es por el freno del horizonte de momentos pendientes de disfrutar que se siente acorralado, hundido, partido por la mitad.
Besos. Qué bien escribes!
Emperatriz,
ResponderEliminarlas palabras igual que vienen, se van, y vuelven de nuevo a navegar en nuestra playa, orilla, río o mar.
Y del mismo modo las letras colgadas serán vestidas con vívidos e intensos colores primaverales para luego ser de nuevo desvestidas y lucir el brillo del sol iluminando su piel.
Besos!. Un placer tu paso por este sendero.
Hola Begoña, ando muy liada, y por eso no he podido pasar. Me ha gustado mucho este post, foto incluída.
ResponderEliminarLa creatividad y la inspiración a veces tambien hibernan. Hay temporadas en las que las ganas se congelan... desaparecen.
Un beso
Buenos días, Katy.
ResponderEliminarel invierno en nuestra latitud invita al letargo, a esconderse; por eso hay que imaginarse colgado de las ramas de un árbol y experimentar ese frío tenebroso cómo nos va acartonando por dentro, y valorar cuando las ramas se inundan de brotes verde esperanza, porque la vida anuncia el principio cuando nosotros veíamos el fin.
Besos.