El paraíso de las hojas.
De los abrazos desorbitados entienden las hojas; por eso hace días que se unieron para mostrarnos su paraíso del amor.
Las hojas te aman.
las hojas te dan manos, te dan amor, su ternura, su alma, su ser, su interior. Y te aman.
Las hojas y tus pies.
las hojas tristes, revoltosas, mustias, esplendorosas, todas caben en la Viña del Amor. Y todas sienten tus aladas cuando pasas a su alrededor. Por eso te abren camino aunque deseen tocar tus pies al andar.
Las hojas y yo.
Las hojas son yo, amándote con la libertad del aire; no quiero ser opresor, sólo quiero verte volar, y disfrutar de tus alas.
A mí no dejan de impresionarme los otoños con las hojas transformándose y los árboles desnudándose en el frío.
ResponderEliminarBonita alegoría.
Un abrazo :)
Buenas noches, Alejandro!
ResponderEliminarTu comentario me ha inspirado:
Árboles desnudos.
Los árboles, desnudan sus tejidos a la vista de sus semejantes, sin temores. Quién fuese árbol para no vivir fingiendo!
Besos!
Todo es del color del cristal con el que se mira.
ResponderEliminarDel rojo penetrando en la niebla, al azul escondiendo el horizonte.
Caprichos de la longitud de onda. Un cristal de color es una red mágica que deja escapar sólo una dimensión de la luz.
Alejandro, qué maravilla de versos!! quiero verlos en tu blog.
ResponderEliminarMaravillosa bienvenida me das a este lunes:D.
Besos.